Vale, a nadie le gusta volver al trabajo, pero este regreso ha sido horrible.
De entrada llevo diez días sin teléfono, el motivo?, la centralita se ha quemado. No tiene arreglo. Y como mi jefe no es partidario de pagar mantenimientos, pues me ha tocado comprar una. La instalarán dentro de unas dos semanas si todo va bien. Por otro lado, el mismo día que abrí el despacho, a parte de la centralita ninguno de los dos ordenadores funcionaba. Genial. Uno lo he podido arreglar, pero el mío imposible. La placa base y la fuente de alimentación fundidas. Por lo tanto he tenido que comprar un equipo nuevo. Afortunadamente al disco duro, pese a estar tocado, le he conseguido sacar todos los archivos necesarios. ya está todo reinstalado y funcionando perfectamente. Y por último, todo lo que tenía preparado para cerrar el mes y arrancar septiembre ha fallado. No voy a explicar el motivo, no en un blog público. Pero la situación financiera hasta el próximo día veinte es desesperada. No sé todavía cómo saldré del paso, y con la ayuda y apoyo que tengo...Y todo esto con el jefe de vacaciones, y yo sin firma ni recursos. Lo dicho, un placer volver al trabajo. Un abrazo!
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