lunes, 1 de octubre de 2007

Japon 30.9.7


Se acabó. Japón le dio el título el año pasado, y Japón se lo ha quitado éste. Hubiera apostado todo y más a que Fernando renovaría corona pero ya es -casi- imposible.

Esta carrera fue demencial, 70 milésimas separaron al asturiano de la pole del inglés. Su mejor baza era la salida, pero al neutralizarse y correr las diecisiete primeras vueltas tras el safety car, y bajo una lluvia torrencial, las opciones se esfumaron.

Y es que la suerte estuvo de parte de Hamilton. Varias salida de pista y un toque con otro piloto no le afectaron. Mientras que Fernando chocó lateralmente con Vettel, destrozándole la parte trasera del McLaren. Al final, en la vuelta 41, acabó saliéndose contra el muro. y aquí se esfumó el mundial.

Las conclusiones son claras. La FIA, y la F1 actual se han convertido en un circo lamentable. Si se declara carrera en mojado; o bien se suspende, o se aplaza, o se da la salida con todas sus consecuencias. Así los pilotos tienen alguna oportunidad de cambiar la carrera, o como mínimo, no verse afectados por ella. No está de más recordar que desde hace algunos años, la pole marca prácticamente el destino de la carrera, y la salida, es casi lo único interesante y espectacular que nos depara la cada vez más aburrida F1.

Una último apunte: lamentable Hamilton, lamentables los comisarios. Neutralizada de nuevo la carrera tras el accidente de Alonso, las bruscas frenadas de Hamilton, en condiciones de visibilidad nulas, algunas de las cuales casi le hacen sobreparar al safety, ocasionó que Vettel se comiera el monoplaza de Weeber, quedando ambos fuera cuando eran segundo y tercero (!!). Decisión de la FIA tras varias horas deliberando: sanción con la pérdida de 10 puestos para la carrera de China a Vettel, y el inglesito -el causante, no lo olvidemos- ni tan solo amonestado. Increíble y lamentable. Otra vez.

Pues nada, doce puntos a falta de dos carreras parece imposible, aunque nunca se puede asegurar nada, y menos en este deporte (¿deporte?).

Lo de Ferrari para enmarcar. Error en la elección del neumático. Varias paradas en boxes innecesarias. Massa fatal. Sorprendentemente Raikkonen acabó en un increíble tercer puesto. Kovalainen, segundo, su mejor clasificación y la única alegría de Renault en lo que llevamos de año.

La solución, en China el próximo domingo.

Que lo madruguéis bien!

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