domingo, 28 de octubre de 2007

Brasil 21.10.7 (II)

Por fin acabó uno de los mundiales más polémicos y a la vez más disputados - y emocionantes - de la historia.

Los entrenamientos marcaron la siguiente parrilla: Massa, Hamilton, Raikkonen y Alonso. En la salida, Raikkonen adelanta a Hamilton y Alonso, aprovecha el despiste del inglés para superarle también. Y aquí se produce el primer error del líder, que en vez de mantener la cuarta plaza, intenta alcanzar al asturiano por el exterior por la trazada mala, acabando fuera de pista y perdiendo varias plazas. Alonso será el campeón virtual durante las siguientes 39 vueltas.
Y Hamilton comete el segundo error, y el que a la postre le haría perder el campeonato: pulsa sin querer el famoso botón de boxes, lo que ralentiza el monoplaza hasta casi detenerlo siendo superado por casi toda la parrilla. Cuando logra reiniciar el vehículo, ya es decimooctavo y ha perdido más de medio minuto.


Por su parte Alonso no puede alcanzar a los Ferrari al no disponer (por tercera carrera consecutiva) de un coche competitivo y a duras penas logra mantener la tercera plaza hasta el final de la carrera a la espera de un error de los monoplazas de Manarello.

Por delante está cantado: en el segundo repostaje y en una clase magistral de estrategia y de equipo, Raikkonen adelanta a Massa y el doblete otorga contra todo pronóstico el título a Kimi.


Se pueden sacar muchas conclusiones de la carrera y casi todas alrededor del fiasco de McLaren:

- Hamilton es un piloto excelente, pero el cúmulo de errores en estas dos últimas carreras son impropios de un futuro campeón. Alguien que sólo es capaz de sacar dos puntos y dilapidar una ventaja de doce en dos carreras no era un digno campeón.
- Ron Dennis y McLaren: ridículo mayúsculo y sin paliativos. Todo un ejemplo de cómo no gestionar un equipo, de cómo ningunear a un bicampeón mundial; y sobre todo, no haberle dado un coche compentitivo a Fernando por si fallaba Hamilton asegurarse el mundial con el asturiano. No obstante se hace justicia (otra vez), ya que ambos pilotos del equipo debieron ser desposeídos en su momento de todos los puntos por el caso del espionaje.
- Alonso: casi lo consigue, después de luchar contra todo y todos. Aun así, y pese a las circunstancias, debería haber gestionado mejor todo lo referente a su relación con la escudería. Es una lección que seguro no olvidará.


Y por último felicitar a Ferrari en general. A Kimi por conseguir por fin el campeonato y tras haber realizado una segunda parte de temporada genial. A Massa por ceder cuando debía hacerlo, aunque con ello regalase la victoria ante su público (y justificando su renovación hasta el 2010). Y a Jean Todt por los varios detalles que tuvo con Alonso llenos de complicidad. Al fin y al cabo, fue la maniobra en la salida la que desquició a Hamilton y que a la postre le daría el título a Iceman.


Se acabó la temporada, ahora sólo queda esperar la decisión que tome Fernando Alonso para que los equipos completen sus plantillas. Estaremos en ello.

Un abrazo!

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