miércoles, 11 de junio de 2008

Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal


Aunque tarde, por fin fuimos este domingo a ver las últimas aventuras de Indiana Jones.
Mirad, con el tiempo que ha pasado ya había leído todo tipo de críticas y prácticamente conocía la cinta completamente, pero aun así me ha gustado bastante. Y es curioso comprobar como la crítica la ha valorado con notable alto, mientras que el fandom ha abominado de ella. Una vez vista ya tengo claro el porqué. Pero vayamos por partes.
Está claro que esta nueva entrega nada tiene que ver con la enorme En Busca del Arca Perdida, ni tan sólo llega a la altura de El Templo Maldito; pero sus creadores me han sorprendido con una más que digna continuación. Nada que ver con lo perpetrado en las precuelas de Star Wars.
Y es que esta nueva entrega cumple con creces su premisa básica: entretener. A nosotros cuatro nos ha encantado. Y a tenor de las recaudaciones y de la crítica, al resto del mundo también. Es cierto que el guión de David Koepp es flojito y que incluso la dirección de Spielberg está poco inspirada, pero salvo cinco o seis situaciones que rayan entre lo ridículo y lo imposible -por otra parte algo habitual en el género-, el resto de la cinta roza el notable. La primera parte (Inicio -Area 51- Universiad) es estupenda, que se convierte en una montaña rusa algo apresurada y confusa, aunque divertida, desde que llegan a la selva hasta el final. Mención aparte para el epílogo, algo que realmente no me ha gustado y que rompe con la mítica de Indiana Jones.
Entre las cosas negativas está la fotografía de Kaminski: desigual y que destroza gran parte del metraje. Un claro ejemplo es que da la impresión que la mayoría de escenas son digitales, cuando en realidad es la fotografía la que da esa sensación de irrealidad. Los exteriores del Area 51 o de la selva parecen rodadas en estudio. John Williams tampoco está muy fino, ofreciendo una banda sonora rutinaria y que destaca poco, algo inconcebible en esta saga y en el Maestro.
A destacar el genial trabajo de ILM. La compañía de efectos especiales de Lucas cumple sobradamente con una de las premisas que se marcaron antes del rodaje: utilizar lo menos posible el CGI y darle el sabor artesanal de las primeras entregas. Lástima que gran parte de ese esfuerzo se lo carga el fotografía del polaco.
Por último los actores cumplen. Harrison Ford, como no podría ser de otra forma, carismático y sobrado, pese a la edad, en el personaje de su vida. Karen Allen un poco perdida, poco aprovachada y a años luz de la Marion del Arca. Shia LeBouf mejor de lo esperado y demostrando que puede ser un buen relevo en futuras aventuras arquelógicas. El personaje encarnado por Cate Blanchett (la mala de la función) va de más a menos, quedando en una villana peor de lo esperado. Ray Winstone y John Hurt (los compañeros de Indy)... sin comentarios.
Grandes momentos: la explosión atómica, la ambientación años 50, o el guiño final con el sombrero...
Resumiendo, y pese a lo escrito anteriormente, una dignísima secuela de Indiana Jones, ambientada en los años 50, y con un héroe crepuscular a la altura de las circunstancias. Cuando tenga el DVD completo lo dejado en el tintero, que es mucho. No en vano es una de las películas que mas esperaba.
Un abrazo!

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