Hamilton salió desde la pole con Alonso en segunda posición, y se inició la batalla: el asturiano salió a por todas, comiendose la primera curva y saltando la chicane, lo que le hizo perder varias posiciones. Y aquí empezó su calvario. La aparición del Safety Car en cuatro o cinco ocasiones le hizo perder continuamente posiciones a la misma velocidad que las recuperaba. En una de ellas, y coincidiendo con parada (obligada por falta de carburante) en boxes fue penalizado con un Pit-Stop. Hizo todo lo que pudo y acabó en séptima posición; imposible hacer más en la que quizá haya sido la pero carrera de Fernando en mucho tiempo: nervioso por la situación cometió tres vaces más, el error de la primera curva en el mismo lugar. Impropio de él. Debería heber mantenido la posición tras Lewis e intentar superarle con la carrera ya estabilizada, aunque nadie mejor que él sabe exactamente que se cocía dentro de McLaren.
Peor lo tuvieron Fisichella y Massa que fueron sancionados con bandera negra y eliminados por salir de boxes con semáforo rojo. Personalmente la nueva regla del Safety no favorece a nadie, es absurda y además desvirtua la carrera al convertirla en una auténtica lotería. Toda la mala suerte que tuvo Alonso al coincidir con sus paradas, la tuvo buena Hamilton.
Por delante el inglés conservó la primera plaza hasta conseguir su primera victoria, flanqueado por Heidfeld y Wurz. El resto en su línea, destacando un cada vez más anodino y superado Raikkonen. Con Massa descalificado, y en un circuito muy propicio, Ferrari cedió un terreno que le puede costar el campeonato.
Pero lo más destacable del día fue el impresionante accidente que casi cuesta la vida a Kubica. Sin palabras:
Por suerte, a pesar de la desgracia, todas las normas de seguridad cambiaron a raiz de la muerte de Ayrton Senna, sino, hoy estaríamos lamentando otra desgracia.
El domingo, Indianapolis, y ya comentaré lo que se supone que está pasaando en el seno de McLaren.
Un abrazo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario